domingo, 14 de noviembre de 2010

Estas cosas suceden por accidente. O en realidad suceden y ya. Como la decisión de pararse en la esquina de Corrientes y Talcahuano para ver la gente pasar. O la no-decisión de verte pasar entre la gente de la esquina de Corrientes y Talcahuano, con ese sabor a error de cálculo que ya no se puede controlar.
De repente, ocurre la infundada determinación de emprender cierta caminata hacia fundada indeterminación. Porque habiendo tantos lugares, tengo la sensación, de querer estar en uno solo, que no está en ningún lugar.
Entonces camino, llego y me voy. Aunque no llegué ni me fui, sólo miré sin parar de mirar. Observé fijamente a ese satélite, de absurdo contenido emocional, preguntándome si vos también lo verías desde tu ventana, si vos también me empezabas a extrañar.
Después, tal vez por efecto de alguna rubia, me empecé a reír de lo que yo misma acababa de pensar. Porque era yo parada bajo la Luna, era yo extrañando algo que no se cómo extrañar. Yendo y viniendo, sin saber dónde parar, y sin poder salir de esta galaxia de cobardes que no saben amar.
Estas cosas suceden por accidente. O en realidad suceden y ya. Como vos pasando frente a mis ojos y yo mirándote mientras te vas. O yo esperando un momento más adecuado, para poder amarte sin miedo al verte volver y no dejar de mirarte cuando te vas.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Llamita encendida
baila sin parar
destello de tu silueta
murga en la ciudad

Mapa escondido
tus gestos, la señal
Invitando a viaje nuevo
viaje nuevo voy a andar

Y qué lindo gustito en los ojos
cuando te puedo mirar
Y qué lindo gustito en mi estómago
cuando te acerco un poco más

Caminando despacito
no tengo apuro en llegar
Sos como esa canción
que no debería terminar

Bocanada de aire puro
Provocativa felicidad
Te vas de nuevo y de nuevo
te quiero un poco más

Pero qué lindo gustito en los ojos
cuando te veo volver
Lindo gustito de la vida
estar juntas otra vez.