viernes, 28 de enero de 2011

Secreto

En realidad fue esa noche
cuando te dormiste de espaldas a mí.
Te miré por un rato, tu hombro descansaba desnudo.
Maravillada con los lunares que habitaban en él
sentí que había descubierto un mapa de tu cuerpo.
Y bajando la mirada por tu omóplato
las sábanas se desvanecieron.
Entonces pude sentir, oler, vivir
una poderosa energía emanada desde tu piel
como una perfecta canción de cuna
para mi insomnio que no te quería dejar.
Alrededor de tu cuello todo era silencio
y yo concentrada para lograr que mi mente
murmurara en él.
Que me escuches en tu sueño
que me sientas crecer.
Entonces respiré hondo, como queriendo absorber ese momento,
Sabiendo que al cerrar los ojos
estaba guardando en secreto
la primera vez que te miré.