jueves, 25 de marzo de 2010

1.020.000 de veces presentes

Y se que con aquel número me quedo corta, porque están presente todos los días. Pero para simplificar cuestiones numéricas, han pasado 34 años desde que 30.000 compañeros ya no están. Yo no existía, a mí me lo contaron, a mí me educaron, me llevaron a marchar. Pero por más marchas que pasen a través de los años, jamás va a cambiar lo que siento cada vez que entro a nuestra plaza levantando la bandera que los lleva inmortalizados. Ese vacío, lleno de conmoción. Ese vacío, plagado de emoción. Ese vacío, que se llena más que nunca. Porque nunca se van a ir, porque nunca se tendrían que haber ido.
Hoy no puedo escribir tanto como lo hice en años anteriores. Tal vez sea el cansancio, o quizás el corazón. O simplemente porque ya entendí que para este caso, sobran las palabras, y no hace falta ni nombrarlas, sino continuar con su lucha. Para que ese vacío se siga llenando, para que haya juicio y castigo, para saber que están presentes, y que nosotros lo estaremos con ellos, siempre una vez más, gritando bien fuerte, presentes, presentes.

1 comentario:

as dijo...

el que murió luchando, vive en cada compañero, dicen por ahi... ;)