jueves, 25 de octubre de 2012

Hacer nada

El primer movimiento, luego de un prolongado tiempo de parálisis, es tan exigente y extenuante como una carrera de kilómetros. Hoy, después de ese tiempo, voy a escribir sobre el desasosiego. Muchos lo hicieron. Pero este es un mío desasosiego. Hoy, después de tanta parálisis, de tanta quietud vibrante al filo escondido del desgarro, voy a escribir.
Sobre hacer nada. Sobre la puta mierda que uno siente después de tomarse todas las cervezas que había y abrir un vino que por ahí quedaba y algún licor viajero que te da ese amigo. Sobre hacer nada.
Voy a escribir acerca de el fantástico ejercicio de llenarse la mente de cosas por hacer, pero hablo de llenarse la mente hasta que rebalse y hablo de cosas que hay-que-hacer, y hablo de pensar tanto en esas cosas que finalmente (y desde el principio y en el durante) lo que se hace es hacer nada.
Voy a escribir sobre sentarme al borde de una mesa, en medio de un cuarto lleno de gente, en medio de conversaciones estimulantes, en medio de gestos seductores, mientras yo sigo al borde de la mesa y miro el reloj y miro las horas y miro los minutos y miro los segundos y todo se va. Todos se van. Tic. Tac. Chau.
También voy a escribir sobre la bellísima sensación de vivir pensando que existe un tiempo perdido, irrecuperable por definición, aún sabiendo que pensar en "el tiempo perdido" se vuelve tan absurdo como cualquier redundancia. Después de todo, siempre hay tiempo para la culpa.
Voy a escribir por esas veces que se me cae la garganta a pedazos cuando intento hablar. Y me refiero a que no es metáfora la metáfora que piensa palabras como cuchillos que se clavan vaya uno a saber dónde y sangran en silencio.
Voy a escribir sobre cómo me gustaría que estés acá. Sobre que todavía tenía canciones que mostrarte. Sobre que todavía había algo para cantarte. Sobre que no pude hacer nada. Sobre que no pude hacer.
Sobre hacer nada.
Pero ya estoy acá. Y voy a escribir. Estoy escribiendo.
Hice.
Porque ya se dijo: desde la falta se és. Ahí lo que mueve. Ahí el deseo.
Hacia ahí camino. El primer movimiento.


domingo, 9 de septiembre de 2012

Claro que extrañé tu buzo. Claro que tuve frío.
Y nos dormimos, sin saber nada...
Cientos de veces me pregunté
si te estabas acordando de mí.
Cientos de veces me maldije,
hasta algún fin.
Porque quiero saber.
Quiero saber,
si estás bien.
Quiero saber,
si estás.
La gente pasa,
tan en la superficie.
Tan cerca del vómito
de esta alma
que solo quiere escupir
Escupirte un pedazo de amor
que nunca existió.
Alaska es  muy lejos.
y yo vuelo tan bajo
como tu corazón.

martes, 21 de agosto de 2012

Aunque sea

No pienses así, no!
Porque el alma despedazada
que viste aquella madrugada
No es por vos, no!

Y es que ésta es la resaca
de una botella que hace tiempo se vació
y me dejó para siempre
vomitando el corazón

Tampoco creas que yo quise
Desafiar el muro de tu corazón
Porque sólo de tu lado
Salga el Sol de mi canción

De este lado también
hay días y noches
Llenas de cuentos
Para caminar la imaginación

De este lado también
hay lluvias que lavan
Tanta mierda que el viento,
que el viento nunca se llevó

Y después hay que crecer
Después hay que entender
que no estamos en esta vida
para cambiar un corazón

Aunque sea por bien
Aunque sea para hacerte ser
Aunque crea que puedo hacerte bien
Aunque me despierte y me acuerde de vos.

Después hay que crecer.


viernes, 17 de agosto de 2012

Comunicación bilateral

Como una bola de nieve
De sentimientos desencontrados
Hubo que caer sin parar
Para desnudar un amor bilateral

Ahora estoy desconcertada
Desconcertada y mal parada
Intento caminar hacia otro lado
Pero voy en círculos, voy

Y canto un enredo de palabras
Que jamás vas a entender
Que jamás vas a sentir
Como la primera vez que te vi

Y hubo que caer sin parar
Para desnudar un amor bilateral

Ahora no me preguntes
Por qué todo tiene que cambiar
Ni creas que se puede acomodar
A un corazón en offside

Si eso que veo en tus ojos
Yo no lo puedo evitar
No hay lluvia que empañe
La luz que de ahí emanás

Entonces cada historia a cada cual
Vos con la pérdida de una amistad
Yo con la muerte de un prematuro amor
Que murió sin aprender a caminar

Y hubo que que caer sin parar
Para desnudar un amor bilateral





martes, 14 de agosto de 2012

Ayelén

Todavía me acuerdo cuando te trajeron. Entrabas en una baldosa de la cocina de la Tía.
Eras esa que tanto había pedido mi primo Juanchi, y obviamente terminaste por ser esa que alegró a todos.
Creo que no tardamos en tener esa magia especial que mi Tía nombra. Sí, tengo bien presente que cuando yo me quedaba en su casa (que era muy seguido) vos eras mi sombra. De un lado al otro. Me metía al baño y cuando abría la puerta para salir, ahí estabas vos, sentada en el pasillo, moviéndome la cola.
El clásico "Aye, vamo' a pasear?" que te encendía con sólo decirlo. Y ahí te ibas, a pasear por el barrio de Almagro.
Tus memorables travesuras con la cortina, comiéndote toda la parte de abajo, para el lamento de la Tía.
Tu calmante natural: el hueso con el que nadie te podía sacar la atención.
Y cómo olvidar tus veranos en el Sur. Porque es así: no sos de esta familia si no viviste algún verano en aquella tierra, nuestra Patagonia. Ibas en el bote del tío y te tiraste...entraste en el bosque. Incertidumbre.
Pero apareciste, Río Arrayanes te vio volver.
Los años pasaron.
Todo cambió. Excepto esa magia especial.
Yo tenía cerca de 9 años cuando llegaste... hoy tengo 23, pero el amor es el mismo.
Tus ojos de perro. Tus orejitas expectantes.

Los humanos tenemos la estúpida costumbre de expresar lo que sentimos por otro cuando ya es tarde. Con vos voy a hacer la excepción... te escribo desde este frágil presente, todo para vos.

Sé que viviste bien tu vida. Y nos la hiciste vivir también.
Con vos en estos días... y siempre, Ayelén.



sábado, 4 de agosto de 2012

Sin querer

Cuándo fue que tu nombre
Cambio el ritmo de este corazón
Mientras tu tímida sombra
Iluminó mi habitación

Dicen los que saben
Algo se tiene que conmover
Para que esta vida agridulce
Tenga sentido alguna vez

Y estos ojos que te siguen
Sin que puedas saber
Que en cada paso
Te cuido sin querer







sábado, 14 de julio de 2012

Momento

En la espesura de silencio
Se necesitan palabras filosas
Para lograr penetrar
El fondo de lo innombrable

Un puente entre las dos caras
De un solo mundo
Se quiebra
Igual que mi centro-corazón

Porque a lo lejos
Un zumbido se avecina
Sube por la garganta
Comienza a vencer el nudo

Nuestra ínfima libertad
Cabe en un centímetro
Nuestra ínfima libertad
De poder cambiarlo todo

Sombra del miedo
Congela toda intención
Pero por dentro caen las gotas
Transpira la razón

Y surge la pregunta
Te parte en dos
¿Es ahora?
El momento de unir los pedazos que sos




miércoles, 25 de abril de 2012

Volver a nacer

Ahí, donde las palabras se agotan.
Ahí, donde las letras se cansaron de sucederse unas a otras.
Ahí, donde hasta el aliento necesita de un aliento.
Ahí, donde los susurros ya ni siquiera, ya no.
Ahí estás, con tu reinado construído, hecho, sostenido por el silencio.
Con tu reinado tan laberinto, tan invisible,
tanto que te olvidaste, tanto que sos igual.
Como una sombra en el silencio,
como un silencio que vivís pronunciando,
como ser desde la falta,
como vivir aterrorizada de la falta,
paralizada, estallando, callada.

Ahí, donde las palabras se agotan
y se quedan en silencio
por un tiempo.
Ahí, donde surge la inevitable necesidad,
de nuevamente poner palabras,
donde se arrancó la vida,
donde algo se fue, pero se quedó.

Hoy algo pide a gritos,
volver a nacer.



martes, 20 de marzo de 2012

Fantasmas

Inclusive es temprano para tener miedo. Pero ahí estás.
Aferrada a esa almohada de fantasmas, descansando en la frustración.
Te sentís penetrada sin pausa por su ausencia en el colchón.
La nostalgia te genera las mismas náuseas
que el agua ardiente de la noche anterior.
Entonces vagás en este presente vicioso,
de realidades nauseabundas, y el escape, aún peor.
Estás cansada, pero hasta el hartazgo.
Estás muy, muy cansada de vos.
Tuviste miedo desde tan temprano,
que todos tus miedos, todos,
son, solamente, Vos.