jueves, 31 de diciembre de 2009

Ruido

Mi amor, no se puede vivir escapando, ya no. Es que estamos grandes y la salvación no se encuentra en aquel escondite favorito, debajo de la cama.
Mi amor, hoy necesito descansar en los senderos de tu pecho, en vez de caminar sin parar entre unas lindas piernas.
Tarde me di cuenta que habías cambiado mi mundo y yo el tuyo. Somos ese tiempo vencido que habita mis labios, paralizados en tu nombre de una mañana sin desayuno.
Algo hace ruido cuando respiro, hondo, profundo, se instaló esta conversión.
Ruido, hasta el día que te vuelva a ver.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

si se callase el ruido

Be dijo...

tiramos la piedra y escondemos la mano?