miércoles, 29 de diciembre de 2010

Chau década!

Este texto que me dispongo a escribir, tal vez poséa la tan comentada característica de este año que se va: fugacidad.
Comienza entonces con la mejor de las vacaciones que me han tocado vivir, allá por ese entrañable Sur, con esas queridas amigas, andando caminos, asimilando desamores y palpitando nuevas historias. Pero de cualquier manera, hombro con hombro, sabiendo que íbamos a estar.
Continúa con el conocimiento de un nuevo grupo de compañeros. Compañeros de lucha, que se fueron haciendo amigos, que se fueron contando historias, que se fueron callando otras.
El regreso a la facultad, las expectativas del éxito, el resultado más desastroso.
Resultado que me lleva quizás a las interminables noches de fiesta, porque era martes, porque era jueves, porque ya no se ni qué día era pero siempre era uno digno de algo que festejar. Y cómo no vamos a festejar, si el protagonismo de este 2010 sin dudas se lo lleva ese fantástico grupo de personas unidas por el mismo deporte que despierta pasión, pero también por lo más valorable: la amistad.
Y los sueños de noche, y los sueños despiertos: un paseo en moto, una despedida en el aeropuerto. Sin dudas luego, las frustraciones. Pero sin dudas nosotras tres, para salir a flote.
Por último, imposible esquivar la catástrofe. Este fin de año me encuentra partida en mil pedazos.
También me queda un poco de amor, que no me animé a pronunciar.
Será entonces, hasta el año que viene.

1 comentario:

Be dijo...

ayy mas lindo, sinteticamente correcto :)