viernes, 1 de agosto de 2008

Listos, preparados, Agosto!

Hoy a las 8.45 de la mañana entré en la ducha y mi cuerpo no reaccionaba. A las 9 tenía que estar en la librería, pero sabiendo que eso no sería evidentemente posible, a mi mente tampoco le interesó reaccionar. Hoy a las 8.45 de la mañana sólo pensaba en escritura. Salí de la ducha, eran las 9. Me puse los pantalones, una musculosa negra y una camperita rayada roja y blanca. Fui a la cocina y tomé un café (quemado) con leche, sin tiempo para untar galletitas de salvado. Únicamente restaba lavarme los dientes y mientras entraba al baño le dije a Lola que tenía que salir de mi cama, que yo me iba. Me miró, como quien no quiere ser desterrado de su hábitat. 9.15 me puse los auriculares, agarré una moneda y me colgué el morral. Ahora Lola me miraba desde el sillón como quie no quiere ser abandonado, con ojos de perro que és. Me fui. Bajé las escaleras y me acordé del entrenamiento del día anterior. Salí a la calle y recordé que me había puesto musculosa. El cielo estaba nublado, pero se que el Sol le tenía ganas.
9.20 llegó el colectivo, en el cual me dediqué a mirar por la ventana y pensar en algunas construcciones del lenguaje que tenía estancadas en la garganta y me tragaba desde mediados del mes. Decidí que tenía que hablar.
9.45 llegué a la librería. Fiché y, casi sorprendida, me di cuenta que Agosto había comenzado. Entonces tal vez simplemente debía terminar de digerir aquellas construcciones del lenguaje, porque había llegado 45 minutos tarde y probablemente ya era tarde también para otras cosas.Callarme, como nuca en mi vida lo hice, por el bien de un mal menor.
A trabajar, he dicho.

1 comentario:

Chirli dijo...

Me encanto lo que escribiste.

Un beso