martes, 2 de diciembre de 2008

Sin repetir y sin soplar

Estaba pensando que los nombres de mi vida se desviven de ironía. Entran por la puerta, repitiéndose impunemente, recordándome que los fantasmas existen, y que lejos de asustar, debemos reir para no llorar.

Acá iría la lista de nombres que debieran ser abolidos por el registro que corresponda por el poder que le concede la santa biblia y la concha de su hermana.

(...)

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