jueves, 24 de abril de 2008

Una burbuja encantadora

Hay un mundo más allá de la general paz.
Y cada vez que paso por debajo de esa autopista el corazón me da un vuelco.
De a poco voy conociendo lugares y en ellos me (re)descubro y te descubro.
La coraza que una vez, me dijeron, había construído en torno a mi ser, se va rompiendo, como una criatura que nace del huevo.
Renacer. Eso és.
Volver a respirar (de tus labios).
Lárgarse en los primeros pasos, agarrada de tu mano.
(Y quien afirme que no tiene miedo de caerse, miente)
Aprender un campo semántico totalmente nuevo. Allá no se dice "trescientos catorce". Y cuando lo decís, es notorio que sos de la capi. Allá es "tres catorce".
No me canso de aprender.
Son dos mundos diferentes, por eso se juntaron rosario y la capital.
Pude haber creído que era una burbuja con aire acondicionado, pero me sorprendió.
Y sonrío con nuestras tardes que caminan por Corrientes, que cruzan la general paz y que se dicen hasta mañana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se trata de distinguir
lo que vale de lo que no vale la pena
Y a mí me vale con que me des
poco más que nada
A mí me basta con una de tus miradas


linda, lindisima!
quiérote

=)
tu sonrisa como bandera