martes, 8 de julio de 2008

Tatuaje nº 2

Tatuarse.
Un proceso, un sentido personal de lo estético, un ritual. Tatuarse es marcarse.
Los tatuajes saben de significados más allá de la imagen, y nosotros, quienes los llevamos, vivimos esa concepción a flor de piel.
Los tatuajes le otorgan a nuestro extinguible ser la ilusión de portar una característica con fama de eterna, la ilusión de que nuestras marcas permanezcan, de permanecer en nuestras marcas.
Tatuarse causa dolor, te lastima la piel. Puede llegar a ser a caso la materialización más física de la idea que sostiene que para conseguir lo que queremos, a veces tenemos que sufrir.
A veces me pregunto si mis tatuajes encierran períodos de angustia que finalmente vieron la luz.
A veces me pregunto si cuando tenga cuarenta años voy a seguir tan feliz con mis tatuajes.
El hecho está, en caso de que ya no me gusten, en poder asumirlo. En poder entender que a veces lo que queremos no es capaz de hacernos tan feliz como soñamos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La mejor manera de ver un tatuaje es como testigo de un momento. Te lo hacés no para que el diseño te guste toda la vida, sino para acordarte toda la vida de eso que representa. Creo yo, bah. Cuando me haga el mío te cuento.
;)
Beso!