miércoles, 29 de octubre de 2008

Miedo a los 20

Me llamo Mariana y tengo veinte años. Muy de vez en cuando creo en mí, pero depende de los ojos que me estén mirando. Si bien un amigo me asegura que es una cuestión de actitud y llevo invertidos tres años en terapia, creo en mí sólo muy de vez en cuando.
Conocí el amor hace unos años y desde entonces me enamoré de él, pero como todo sentimiento pasional, que decanta en los extremos, últimamente lo odio bastante. Aunque en verdad no es su culpa, sino que es el miedo, mi miedo.
Sin música no vivo, y a través de mis auriculares me la paso escuchando a la banda de sonido de mi vida, que obviamente muta con cada momento, hora, estado de ánimo, situación, contexto y demás.
Al momento de comunicar cosas importantes, suelo optar por las cartas. Dependiendo la situación, tal vez yo misma se la leo al destinatario, o quizás ni siquiera (se) la entrego y de este modo la carta se acumula en el cajón de las palabras que nunca entregué. (Que por cierto, son varias).
Si tengo que hablar, hablo.
Si tengo que saltar, salto.
(A veces debería pensar menos).
Si tengo que dudar, dudo.
Si tengo que mirar atrás, miro.
Si me tengo que arrepentir, es tarde.
Si tengo que lastimar, me abro.
Si me tengo que acobardar, me mato.
Si tengo que callar, me muero.
Pero sobre todo me gusta mirar a los ojos, sin pestañar sentir el hilo conductor. Ahí es cuando, muy de vez en tanto, creo en mí, creo en vos y no me enojo tanto con el amor.

No hay comentarios.: