Te miré mientras caminábamos
y casi como una dolorosa revelación,
te supe hermosa en tus pasos,
en tu boca de palabras sin amor.
Tu andar seguro, preciso,
casi hiriente para mí,
repleta de inseguridades,
en mi boca de palabras llenas de amor.
Tus ojos agitan mi salto hacia el vacío.
Mis manos te buscan,
en la profundidad.
Anhelan hundirse,
salvarnos, mañana.
Pero limitamos el desliz
al contorno de esa copa.
Mojamos nuestros labios
en la húmeda ebriedad.
Y nada más.
Caminaremos por la vereda.
Le confesaré a tu sombra:
algo persigue tu espalda,
y no lo podés ver.
Mi salto hacia tus ojos,
y nada más.
4 comentarios:
Me encantó.-
me encantó que te encante.
Me gusta como las palabras se entrelazan, escritas por vos.
Y a mi me gustaría poder entrelazar una identidad a estos felices comentarios.
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