lunes, 4 de febrero de 2008

Muro Ella

Un muro que no es muro me hizo reír de ironía.
En mi mente le dibujé un par de ladrillos, y soñé que podía derribarlo.
La imagen de un instante de deseo, que yace perpetuado Del otro lado.
Los juegos aburren y siento cierto peso en algún sitio de mi cuerpo, imposible señalar cuál.
Preocupada me pregunté si el muro me habría aplastado.
Desconcertada (pero no tanto) te pregunté si el muro te había aplastado a vos.
(Silencio, no, no sabe, sabe la mitad, no sabe si quiere saber, yo tampoco)
Dos veces me incomodó mirarte a través de la pared de ladrillos.
Dos veces sonreí.
Dos veces volví a mirar para saber si era verdad.
Hasta que
Me dormí.
Y cuando tuve que caminar, contrariando todo lo pensando la noche anterior, no sentí el peso del muro ni tuve la necesidad de tirarlo abajo.Porque lo único que podía sentir el sin muro, era la ausencia Del otro lado.
(Son Dos –partes- que no pueden separarse, al menos por hoy)
La ironía de querer derribar(lo), pero saber que sin él, ella tampoco está.

4 comentarios:

siciliana dijo...

Qué corno nos pasa a las lesbianas que tenemos cemento por todas partes!

ay, libérate, mujer!

Pd: odio los códigos verificadores, no sé si eso te dice algo.

nenu dijo...

en los sueños somos más liberales, y derribar muros en la realidad... es más complicado, yo creo que la libertad puede llegar a ser uno de las cosas que tememos...

nenu dijo...

una de las cosas... quise decir

f. m. dijo...

tengo la guitarra llena de arena

it's only pop liviano but i like it