viernes, 28 de noviembre de 2008

Ahí no hay nada

Estamos ahí bajo la lluvia, arriba de una cama. Se nos innunda la vida, estamos ahí.
Nos movemos al ritmo de la contradicción "frío de la lluvia-calor de la cama".
Se nos contradice la vida, nos arrancamos de raíz.
Alrededor, ¡qué nos importa! No existe ningún alrededor. Estamos situadas en la complementariedad de nuestros egoísmos, secando las gotas con saliva, prendiendo fuego la tormenta, abriendo los ojos en donde nada vamos a ver; estamos situadas en la complementariedad de nuestros engaños intermitentes que caen como cuchillos y descansan en el colchón.
Realidades paralelas nos invaden en forma de cruz, con el peso de una cruz y el filo del metal.
Voy a desplazar todo lo que quiera fuera de mi plano, llueve sobre las cruces y no pienso salvar ni una.
Tampoco se si quiero que nos salvemos.
Hoy ya lastimamos, ya dolimos.
Después de todo, otra intermitencia.

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