jueves, 19 de junio de 2008

Entre cuatro ruedas

Será porque nos odiamos, será porque somos enfermas.
Nosotras, que nos queremos tanto.
Una charla entre cuatro ruedas, ¿una charla que nos debíamos?
Quién sabe, varias veces tuve ya esa sensación, del deber, en nuestras conversaciones.
Disipé tus inquietudes. Hice preguntas.
Pedí perdón.
Te lavé la cara. Te di la mano.
(No me quería soltar)
(No te quería soltar)
Pero había que irse. Me tenía que ir.
Un abrazo de esos que me quedan para el recuerdo, con la ayuda de alguna cucharita.
Y me fui (con la cabeza) a mil por hora, pensando y pensando.
Pensando, entre otras cosas, que papá y mamá siempre están.

No matter what...

No hay comentarios.: