jueves, 5 de junio de 2008

Traición, hipócrita

Pero vos sos el ejemplo de la honestidad y la moral adheridas a venas y arterias.
Imperdonable traición yo cometí, contrariando principios que flameamos desde antaño.
Tal vez sean, estos principios, las últimas herramientas de los seres humanos para dejar un nudito sobre aquello que acordaron desatar; ego-centrismo, posesión infinita dentro de un marco histórico de personajes, pero infinita al fin; la forma que encontramos para no dejar totalmente de lado al ello: envasarlo dentro del correcto super yo, reglas, racionalidad; id, ego, superego.
Tal vez sea momento de asumir que ciertas cicatrices allí se quedan, grabadas, a-históricas y necesitamos justificarlas de vez en cuando, de amor en pena, de ego en puerta.
Desde ya, soy un ser humano, y forman parte de mí tales recursos ya descriptos, las reglas, porque especialmente siento las cicatrices.
Pero vos, vos sos el ejemplo de la honestidad y la moral adheridas a venas y arterias.
Tu nudito dio resultado. Sufro los ecos de destrucción de aquello que juré destruír, pero no se destruyó del todo.

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